Lección aprendida, lección no repetida.


La comprensión de lo que vivimos y hemos experimentado es la apropiación de conocimiento convertido en sabiduría. 

Cuando esto ha sido conocido queda integrado en el interior de cada uno y se convierte en la forma en que, de manera natural, respondemos a cada estímulo y a cada impresión que recibimos.

Puede ser que un mismo estímulo se repita y nosotros demos la misma respuesta que nos hace sentir mal y nos preguntaremos porque se siguen repitiendo los mismos eventos de la misma forma.

Nuestra visión de la situación no cambia y la significación tampoco cambia, por tanto el resultado es el mismo.

La lección no fue aprendida y habrá que repetirla.

Cuando se aprende a ver con claridad , con el deseo de encontrar dónde está el error de percepción y el error de significación, se corrige y no se repite lo mismo.

Muchas veces se busca el cambio donde no está y esto sucede porque no detectamos la fuente del dolor que sentimos y nos atoramos en una visión equivocada.

El sufrimiento está escondido detrás de una significación equivocada y muchas veces no queremos hacernos responsables de ella.

Somos nosotros los que le dimos ese peso y fue nuestra creación.

Una vez que aprendemos a identificar los significados erróneos nunca más repetiremos las mismas percepciones.


Amelia Camacho Guerrero.

3 septiembre 2024.