Todo se transforma cuando se deja de crear expectativas.
Ya no hay nada que buscar.
El ruido mental cesa.
Toda la actividad mental se desaparece y ahora solo la consciencia pura se manifiesta y nada se persigue , ahora todo es sin un yo que busca, sin nada que moleste, sin nada que reclamar.
Todo siempre estuvo ahí y ahora sólo se es.
Llegar al silencio y entrar en contacto con la voz interior es un paso hacia la verdad interna, a escuchar y no a interpretar. A saber que la única fuente confiable está en nosotros mismos.
Acallar la mente mecánica es dejar de estar en el afuera, es dejar de estar atentos a lo que piensan y dicen las opiniones de otros. El mundo externo está lleno de impresiones que resultan atractivos para el personaje que hemos creado ,y a el por supuesto, que no le agrada el silencio.
Es necesario que en este tiempo busquemos momentos de silencio interior, de relajación, de contemplación de descanso mental, de contacto personal.
Aislarse de todo lo que nos aleja de nuestro interior. Buscar espacios para dedicarnos atención, sin lecturas, sin pláticas, sin distracciones, tiempo de observación de nuestros pensamientos y sentimientos para estar atentos a lo que somos.
Disfrutar la compañía con nuestro ser y aprender a escucharnos con confianza y amor.
Amelia Camacho Guerrero.
10 junio 2025.