La Vida Íntima.

Hablar de intimidad nos expone a revisar muy profundamente este término ya que se menciona lo íntimo de manera confusa y se cree que lo que no digo, lo que nadie sabe de mí se convierte en íntimo solo porque está oculto en mi.  Una parte es así .

Hay algo que es verdaderamente íntimo y personal y que en el mayor de los casos ni yo conozco ni reconozco. Esa vida,  pensamientos , ideas, miedos, temores, angustias, emociones, que no digo a nadie, que solo yo siento y que me da mucho miedo  compartir y por tanto no lo hago ni siquiera conmigo.

Todo eso que se vive en mi interior y solo yo puedo ver, eso es lo realmente íntimo. 

Eso que vivo y experimento a solas, eso de lo que huyo , eso que me cuesta trabajo aceptar en mi. Eso que es verdad para mi y que por las necesidades de la vida que llevo, niego o ajusto a la complacencia para mantener la vida que he tenido, es lo íntimo es lo que me pertenece, es mi muy particular manera de interpretar la realidad. Nadie puede cambiarla, ni verla, solo yo. 

Vivir en contradicción con ello es la más dolorosa tortura a la que nos sometemos.

 Vivir negando lo que hay en esa intimidad es como integrar al enemigo en el mundo en que vivimos y desear vivir en paz haciendo la guerra contra nosotros mismos siempre confrontando cada momento con lo que llevamos dentro. 

Conocer la Íntima forma en que vivimos y en plena reconciliación con nosotros mismos aceptar las decisiones que nos llevaron a vivir como lo hacemos, sin dolor por lo que no es ni puede ser, sin juicio por lo hecho, sin culpar a nadie por los resultados es, por supuesto una ardua tarea de consciencia y gran honestidad,  de un gran deseo de evolución y cambio, del nacimiento del ser que se despierta a la espiritualidad y al encuentro con la divinidad dentro de sí.


Amelia Camacho Guerrero. 

3 Mayo 2018 .