Hoy más que nunca pensemos en esto.
Cada creencia crea realidad en el mundo que se manifiestan las experiencias que cada creador vive. Por ello la realidad individual se corresponde con la forma de pensar de cada uno. No ha de sorprender el que cada convicción del mundo se vea sostenida con los hechos que la comprueban. Así cada persona cree en lo que experimenta sin asumir que es su propia creación. La vida es y es interpretada por cada ser de acuerdo a sus creencia y todo lo aprendido en su experiencia humana.
Creer que puede cambiarla es saber el gran poder que su pensamiento tiene y reconocer que ese poder se manifiesta con su mente, con su forma de pensar y sentir, es también abrirse al conocimiento de la fuerza que le asiste todo el tiempo.
Al ser capaces de tomar la responsabilidad de nuestro pensamiento e ideas somos capaces también de tomar un rumbo diferente en estas creaciones y así cambiar la percepción que tenemos del mundo como algo fijo que sucede frente a nosotros sin nuestra participación.
La vida se vive en el interior de cada uno. Es única y especial en si misma. No tiene igual porque todos percibimos lo que tenemos ante nuestros ojos de manera diferente. La consciencia ,en sus distintos niveles, hace que la atención se mueva en variadas direcciones por tanto el resultado de la observación está en donde está la atención.
Las formas de ver la vida son tan variadas como personas hay en el mundo.