Es innegable que la luz es poderosa. Esta no puede ser escondida. Sin embargo la oscuridad desaparece ante ella.
Se comenta mucho de la realidad actual está llena de la oscuridad y la verdad es que en estos momentos hay tanta luz que es ahora que podemos ver lo que antes no veíamos.
La luz revela lo oculto, lo que en las tinieblas siempre existió y por falta de luz no podíamos ver. Se están descubriendo muchas cosas que nos sorprenden y nos pueden asustar, del mundo y de nosotros mismos.
Estamos en tiempo de luz, de claridad, de verdad, de limpieza.
Es momento de abrir los ojos y ver. De reconocer lo que somos y aceptar lo que no habíamos visto. De integrarlo todo con profundidad y amor por lo que veamos.
Son oportunidades para descubrir todo aquello que queremos ver. Y, para que ? Obviamente que eso va a permitir que nos veamos a nosotros mismos, ante nuestras respuestas y emociones, nuestras características y actitudes, todo lo que hemos negado y aceptado, lo que escondemos, lo que está dentro de nosotros y no podemos ocultar.
Lo que llamamos la sombra y hemos aprendido a temer. Ahora la luz que tanto invocamos nos ayuda a vernos, a sentir, a descubrir lo que somos.
Hemos deseado la iluminación y ahora hay que iluminar la parte del ser que nos conecta con lo que somos. Eso hace la luz y la consciencia que despierta ante la verdad.
Al vernos seremos capaces de encontrar nuestra verdadera identidad, nuestra esencia y la luz que somos.
Amelia Camacho Guerrero.
6 noviembre 2021.