La realidad se comporta con lo que el observador ve y la naturaleza de lo que somos es consciencia. La consciencia es información ordenada. La capacidad de expansión de la consciencia personal esta ligada a la posibilidad de percepción del individuo ya que la infinidad de impresiones que , a través de los sentidos , captamos cotidianamente no son atendidas en su totalidad porque nuestra atención no puede estar en todo lo que vemos . Cada uno decide en donde pone su atención y que es aquello que le atrae, de esta manera existen muchas cosas que están presentes para nosotros sin que queden en la consciencia.
El acto de observar el mundo es la creación misma. Observar es crear para experimentar.
Creamos al creer.
La atención en esto es primordial ya que aquí se determina lo que cada uno decide para su realidad.
Es mucha la información que cotidianamente captamos, sin embargo en muchas ocasiones no hacemos valer nuestra capacidad para discriminar lo que aceptamos como válido y le damos mucho peso a realidades que no queremos en nuestra vida. No darnos cuenta de que participamos en la creación de lo que nuestros ojos ven, es anular el divino poder creativo que poseemos.
Los medios informativos, el constante bombardeo de opiniones ajenas ,que no pasan por el filtro de nuestra consciencia para ser seleccionados, mantiene viva la mecanicidad que facilita que seas usado para crear la realidad desconectándote de tí , haciendo que pienses lo que te ofrece la información que recibes.
Eres lo que crees y es donde la consciencia, que ha tenido la oportunidad de expandirse ,decide que toma y que elimina.
Amelia Camacho Guerrero.
21 Octubre 2013.