La muerte es un misterio pero también lo es la vida, llena de sorpresas y de un constante encuentro con situaciones y personas que abren la mente y los sentidos a una consciencia que enriquece nuestro paso por este mundo.
Fantasía y sueño, realidad visible y tiempo que marca y deja huella a su paso, día y noche, sol, luz, lluvia, aire, sombra, noche, luna, estrellas y siempre el brillo de la vida y sus reflejos en todo lo que nos rodea.
Muerte que nunca está lejos y vida que la acompaña. Vida y muerte, día tras día, momento a momento.
Celebrar la vida, los cambios, las diferentes formas en que todo nos enseña la impermanencia de todo, la constante acción que nos recuerda evolución y cambio, muerte que da paso a otras formas de existencia, vida eterna y existencia temporal en un estado que podemos llegar a ver como inamovible y ha pasado por infinitas muertes. Celebrar la muerte de lo que hoy nos permite vernos renovados, sabios, conscientes de que vivir es morir a muchos estados que han favorecido lo que hoy disfrutamos con la consciencia amplia que nos da la comprensión de lo experimentado, con la aceptación del significado de que la muerte es solo una transición a otras percepciones y que no ha de llenarse de sufrimiento. Un día sabremos que nos depara ese momento, un día estaremos donde otros ya llegaron y tal vez comprendamos lo que hoy ese misterio nos guarda.
Amelia Camacho Guerrero.
2 Noviembre 2015.