Reconocer la creación es darnos cuenta de que la vida se expresa manifestando todo lo que nuestros ojos perciben en todas las cosas .
La naturaleza nos muestra en su incesante movimiento la forma en que la energía en su natural equilibrio crea todo .
La armonía del universo se puede encontrar en la más pequeña de sus posibilidades y todo en el orden perfecto. La vida completa parece un poco difícil de entender pero es la imagen de la divina creación que el hombre quiere comprender desde su pequeña mente lineal con la lógica de su pensamiento terrenal .
El poder de la energía femenina en acción no tiene que ver con solamente la existencia de las mujeres en este mundo. Ese poder es la expresión de la sustancia primordial de todo el universo .
Nuestra especie humana manifiesta las polaridades que integran la creación en masculino y femenino , ninguna más y ninguna menos, por tanto la competencia por la dominación de una sobre la otra es sólo un condicionamiento aprendido para mantener oculta la realidad de lo que somos.
Ver a través de la consciencia y por encima de todo lo aprendido nos ayuda a terminar con la necesidad de pelear por derechos humanos, que no son más que productos que dividen y crean ignorancia para mantener la separación de lo que no puede separarse. Los derechos no se pelean, se ejercen.
Lo masculino y lo femenino es uno dentro de cada ser. Todo es uno y lo mismo.
Amelia Camacho Guerrero.
12 Marzo 2018.