Nuestra expresión acerca de este tema, frecuentemente mencionado en las conversaciones cotidianas, dice algo importante de como se percibe lo que es un regalo de la existencia.
Por la vida no se lucha ,se cuenta con ella para que durante el tiempo en que la tengamos hagamos lo que queramos.
Las diferentes formas en que esto se percibe y se significa hacen que se pelee por los logros, bienes, beneficios y deseos que representan una batalla permanente.
La vida no es una batalla, una eterna lucha, un sufrimiento, ella no nos convierte en luchadores, guerreros, víctimas, perseguidores o algún otro adjetivo que implique violencia .
El hombre es un conjunto de conceptos mentales y con quién lucha y se violenta es con el mismo. Son sus propias ideas y significaciones el motivo de su malestar.
Persigue la felicidad,la paz interior, el amor, la aceptación y no sabe que siempre lo ha poseído todo, no sabe que todo lo que realmente importa está en el mismo.
Los condicionamientos aprendidos, la ignorancia de si mismo, la inconsciencia le han hecho creer que hay que luchar y pelear por todo.
Esas respuestas le han conducido a perder la oportunidad de disfrutar todo lo que esta maravillosa creación le ofrece para su disfrute. Lucha por todo y nunca se siente suficientemente satisfecho.
Aprendemos a vivir luchando y nadie nos enseña a disfrutar. Disfrutar del trabajo, del estudio, de la familia, de la casa, del dinero, del amor, de todos los placeres que nuestros sentidos nos ofrecen, del cuerpo increíble que tenemos, de la palabra, de la presencia, de nosotros mismos.
La mente inconsciente crea pensamientos que nos alejan de nuestro ser y de una vida plena en conocimiento de lo que realmente somos.
Amelia Camacho Guerrero.
21 octubre 2019.