Las creencias que tenemos son todo un sistema que guía y da como resultado la vida, la realidad que experimentamos.
Cada momento está construido con una creencia. Las cosas son como las creemos. Todo lo que nos impulsa, todo aquello que vemos y que nos atrae , tien unoe un sustento en lo que creemos.
Las cosas que incorporamos y aplicamos afectan las creencias, éstas pueden cambiar y sustituirse , éstas modifican actitudes y si las creencias no cambian tampoco se modifican las respuestas y por ende tampoco las personas.
Nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestros propósitos e ideas tienen fuerza y van hacia donde ponemos nuestra atención.
El conocimiento, la consciencia, la experiencia, la voluntad y la intención modifican la realidad.
La energía de todo lo que emanamos se mueve con la intención que ponemos en ella.
La fuerza de lo que pensamos y sentimos es tan poderosa que llega al destino que elegimos con solo crearlo en la mente.
Las creencias, por supuesto, son necesariamente observadas y cambiadas cuando queremos un resultado diferente. Necesitamos creer en lo que hacemos desde la consciencia de lo que somos.
Uniendo la fuerza de la consciencia y la del corazón, haremos que desde ahí brote la fuerza de la intención que ponemos en lo que queremos, así seremos capaces de manifestar el poder creador .
Una buena intención acompaña a un propósito de ayuda, de sanación, de amor.
Pensar en los seres queridos y tener para ellos amor aunque estén lejos, es saber que para el amor no hay distancias ni obstáculos.
Podemos no encontramos con las personas que queremos con frecuencia pero podemos nutrir la relación con ellos con constantes pensamientos y sentimientos amorosos.
Creer para crear. Centrarse en la fuerza de la fuente interna de la consciencia que habita en el corazón y que en una consciencia despierta no duda de su poder.
Amelia Camacho Guerrero.
22 agosto 2023.