La incertidumbre.


Es  bueno atender esos momentos de transición en que parece que nada tiene sentido.

Cuando todo se mueve y hay cambios importantes en la vida cotidiana, toda situación nos sorprende y nos coloca en un estado de impotencia y duda. Pareciera que no hay forma de resolver nada. Son espacios que abren la mente y el corazón para vernos y descubrir potenciales, capacidades y talentos que pueden estar ocultando la consciencia de lo que somos.

Ese tiempo , es tiempo de creación, tiempo de manifestación de todo lo aprendido, de expresar lo comprendido. Es como un examen en el que sale la experiencia y conocimiento que tenemos.

Es una pausa que favorece para darnos la oportunidad de aceptar la realidad y movernos conscientemente en la dirección que nuestra alma nos guíe.

Todo esto para cumplir con el plan que ella tiene para evolucionar en la experiencia elegida.

No nos damos cuenta de esto hasta que comprendamos que nada sucede por azar, todo tiene un camino y una razón de ser.

El plan de nuestro ser humano es experimentarlo todo en esta dimensión. Y lo comprenderemos cuando los ojos de la consciencia nos permitan recordar lo que somos.

La verdad sobre todo lo que está pasando en nuestro interior nos expone a dudas e inquietudes, querríamos tener todo claro y nuestra mente se había acostumbrado a tener explicación razonada en todo y por todo.

Dejar la mente inferior a un lado, no ha resultado cosa fácil. Sentir y confiar es una experiencia maravillosa y muy nueva para todos, aprender a hacer todo de manera distinta equivale a hacer los cambios que éste tiempo pide.

Vivir agradeciendolo todo, absolutamente todo, reconociendo que ese camino recorrido nos condujo al momento presente y que gracias a cada uno de esos instantes podemos vivir la sabiduría ganada y ella es la herramienta fundamental para vivir en confianza ante un camino de descubrimiento y novedad.


Amelia Camacho Guerrero.

23 agosto 2022.