La intensidad en que esto se manifiesta representa el esfuerzo que nos impulsa a evolucionar ,a cambiar la forma de vida y la manera en que , sin saberlo , nos hacemos tanto daño. Es un gran paso para descubrirnos.
Nuestros sentimientos son los que manejan nuestra realidad física y es ahí donde vemos los efectos de este desconocimiento. La mente trabaja de formas desordenadas conduciendo al pensamiento por caminos que crean experiencias de soledad y tristeza. La victimización a la que nos sometemos provoca tantos miedos que se puede creer que el suicidio o la enfermedad sean la única solución.
Se hace difícil la expresión del verdadero Ser por el agobio que las preocupaciones ,los miedos ,los temores y las angustias del mundo en el que se vive, generan en las personas .El cumplimiento de las expectativas de otros, la dependencia de los juicios ajenos, la necesidad de aceptación y reconocimiento son también causa de esta situación.
El único abandono que vivimos es: el abandono de nosotros mismos al poner toda nuestra atención en los que nos rodean esperando que sean ellos los que satisfagan lo que solo nosotros podemos darnos. Este dolor es profundo y darnos cuenta de ello es remediarlo para empezar a cuidarnos ,a amarnos y a ser los mejores amigos de nosotros mismos .
Amelia Camacho.
Julio, 2013.