La comunicación tiene mitos y rumores que se toman como leyes para crear mejoría en las relaciones y así se van estableciendo ideas que se depositan en las personas que nos interesan. Creer que la comunicación es con todos los demás es dejar de tomar en cuenta lo mas importante que es la comunicación con uno mismo.
Tener una buena relación con uno mismo es saber escucharnos, es poder poner atención en todo lo que se vive en el interior, en lo que en la intimidad uno sabe lo que se siente, lo que preocupa, lo que duele, lo que se piensa : todo aquello que no se dice a nadie pero que existe en la experiencia personal.
Normalmente se reclama esto a los que están cerca o a aquellos con los que estableces una relación muy importante de matrimonio, de pareja, de amistad o de familia y es ahí cuando algo falla, por supuesto, que se atribuye a la falta de comunicación. Esta demanda se basa en la necesidad de ser escuchado, en la necesidad de tener la atención de los que están cerca. Saber que es con uno mismo con quien ha de tenerse una buena comunicación puede sorprender porque no se sabe y nadie nos lo enseña. ¿ Como es que esto se hace ? ,¿ de que manera de hace uno amigo de si mismo ? Llevarme bien conmigo antes que de llevarme bien con los demás. Ser buen amigo de uno mismo, ser amoroso con uno mismo, ser aceptante con uno mismo. Parece simple pero habrá que preguntarnos como es la calidad de relación que existe con uno. Ver todo esto es sorprendente porque tiene que enfrentarse a una verdad que probablemente cueste trabajo aceptar.
Esta relación es la mas descuidada que vivimos y por tanto iniciar esta atención es cambiar muchas actitudes personales que van a favorecer el desarrollo personal y el conocimiento de uno mismo. Descubrir que la relación principal es con uno mismo. Aprender a amarse, a cuidarse, a escucharse requiere de compromiso y atención. Parece sencillo pero generalmente los compromisos con uno mismo se toman con poca seriedad. Escucharse exige honestidad, verdad, claridad y aceptación de lo que tenga que decirme.
Sugiero que escribas una carta como si fuera para ti mismo, dirigiéndote a ti como lo haces cuando platicas con otro, con el amigo que sabes que te acepta, que te quiere, que no te juzga, que no te rechaza, ese al que puedes confiarle lo mas escondido dentro de ti, ese que vas a descubrir y que va a acompañarte toda la vida, ese que eres tu, el que te conoce , el que no puedes engañar, el único que puede amarte incondicionalmente. Cuando ya le hayas confiado todo lo que quieras, no releas tu carta,¡ quémala ! , se muy cuidadoso con todo lo que escribes porque es tuyo y te pertenece solo a ti. Jamás dejes a la mano de nadie todo lo que en tu intimidad has escrito. No conviertas nada de esto en una arma contra ti. Esto es solo para ti, solo para tus ojos , a menos de que quieras compartirlo , pero no te lo aconsejo. Hay cosas muy importantes que nunca te has dicho, pero no por ello dejan de existir. cosas que te han dolido que te han afectado y que nunca compartiste con nadie, ¡ ni contigo !, cosas que necesitas aceptar de ti y que además nadie tiene porque saber, pero tu si.
Esto nos ayuda a vivir en paz con nosotros y a aceptar todo lo que vivimos en perfecta armonía sin desear que alguien nos escuche, sin culpar a nadie por falta de comunicación. La relación con todos será mas sana porque no hay vacíos que llenar y hay mucho que compartir.
Importa también saber porque la comunicación te interesa tanto y que es lo que quieres comunicar. En muchas ocasiones es solo la búsqueda de una ventanilla de quejas para hablar de lo que nos molesta y eso no nutre ninguna relación, por el contrario la deteriora. En nuestro interior hay mil cosas bellas que de han quedado sin expresión, cosas valiosas que tal vez otros oídos desearían escuchar, ¡ ahora estarás listo para comunicarte realmente !
Amelia Camacho Guerrero.
18 Marzo 2017.