La Compasión por uno mismo.

   Es fácil compadecerse del dolor ajeno y desear ayudar a otros a resolver su problemática.

Esto nos lleva a preguntarnos ¿ como es que creemos que podemos ayudar a los demás cuando no somos capaces de ayudarnos a nosotros mismos?

La atención que ponemos hacia afuera hace que descuidemos nuestro interior y no veamos lo que si podemos hacer para nosotros. De ahí la expresión popular " candil de la calle y oscuridad de tu casa ."  Es necesario compadecernos de nosotros mismos para así actuar en favor nuestro y hacer lo necesario para vivir lo bien que deseamos hacerlo, entonces  seremos capaces de brindar ayuda a otros habiendo creado el bienestar interior para uno .

La tristeza , el dolor, el sufrimiento en los demás nos llama la atención y despierta actitudes de apoyo y y beneficio para otros, mas esto ha de enfocarse primeramente hacia nuestro interior.

Esta ayuda no está en la aportación de servicios o bienes materiales ,exclusivamente, sino en aquello que en el interior, abunda como resultado de la salud interna que se disfruta.

Antes de compadecerse de otro . compadécete de ti, deja de lastimarte con sufrimientos innecesarios , con pensamientos negativos , con relaciones tóxicas, miedos , temores que te generan infelicidad y sufrimiento. Haz todo lo que puedas para estar bien, para vivir en el disfrute y la alegría que todo ser merece.

En esta condición es posible que tu ayuda a los demás proyecte el amor , la felicidad, la alegría, ,la convivencia armoniosa que sale de tu interior y te dé oportunidad de practicar el amor incondicional libre de expectativas o recompensas o bien ,de la necesidad de verse reconocido de alguna forma. Dar por el placer de hacerlo, compartir la buena voluntad y el amor,  porque ya te has dado lo suficiente y tu único deseo es : dar lo que disfrutas y abunda en tu Ser.


Amelia Camacho.

Agosto, 2013.