La calma en tiempo turbulento.


Los momentos que experimentamos nos colocan en situaciones que exaltan respuestas que, ante la realidad que vivimos , mueven todo tipo de emociones.  Mantener la estabilidad y la calma interior es una tarea de mucha atención personal. Es fácil identificarse con los eventos y hacer causa común con pensamientos ajenos, ira , coraje y todo lo que la consciencia colectiva expresa.

Ser testigos de esa realidad es un acto de presencia y consciencia. Es una respuesta que se requiere para manifestar la espiritualidad en cada uno de nuestros actos. 

Todo invita a la expresión de lo que traemos dentro. No es fácil, desde la mecanicidad , cerrar la boca y observar la inconsciencia y la ignorancia propia y ajena.

Este mundo enseña mucho de lo que la humanidad está creando, en ello participamos todos. Nuestras emociones y respuestas han de ser la oportunidad para crear lo que más deseamos.   

La inteligencia espiritual es fundamental en estos momentos. Ella es el instrumento que nos ayuda a ver la realidad con otros ojos.

Estamos presenciando la magnitud del sueño de la inconsciencia, de la irresponsabilidad, de lo que nos ha traído la falta de consciencia de todos ante nosotros mismos y ante los demás.

Es momento de decisiones personales, que nos conduzcan a un comportamiento diferente.  Tiempo de acciones que nos conduzcan a creaciones de realidades internas que nos permitan vivir mejor.

En el exterior todo se polariza, aumenta lo que menos queremos y quejarnos no está ayudando. Criticar lo hemos hecho todos.

Lo mas fácil ha sido juzgar, exponer nuestras inconformidades y protestar por todo aquello con lo que no estamos de acuerdo, que es mucho.  La realidad nos está mostrando un mundo caótico que no ofrece seguridad ni confianza, alternativas de cambio, ni de mejorar en todo lo que deseamos ver y experimentar.

El panorama del mundo en general es revelador y la capacidad de aceptación de las cosas como son, se hace cada vez más exigente, más necesario.

La emoción aflora y sacude a todos con las impresiones que cotidianamente nos invaden, hace falta recordar que la presencia en cada uno es indispensable para no dejarnos arrastrar por los eventos. Hoy más que nunca la inteligencia emocional ha de manifestarse.

Enterarse de lo que sucede es una cosa y vivir identificado con todo es otra.

Cuidarnos en pensamiento, palabra y acción, cuidar nuestro mundo interno porque de ahí procede todo lo que respondemos en cada momento de la vida.


Amelia Camacho Guerrero.

19 octubre 2019.