La Calidad de tu Pensamiento determina la calidad de tu realidad.

La forma en que pensamos cotidianamente no es algo en lo que nos detenemos a observar, ni es algo que sepamos que hemos de atender, ya que podemos creer que es algo que simplemente sucede. Pensar bien, pensar correctamente requiere de disciplina y de atención.  Evitar ceder nuestra atención a la repetición de ideas que solo recuerdan el sufrimiento o los momentos de inconsciencia no nos conduce a nada mejor.

Recordar momentos de consciencia que hacen cambios radicales en el comportamiento con una visión de consciencia ampliada por la aceptación de la ignorancia, por el reconocimiento profundo del sueño, de la ilusión en la que se vive, del abandono que se ha tenido por uno mismo es traer la Luz del conocimiento que ilumina la vida con la intensidad de la comprensión ganada en cada evento y que impulsa a vernos, a crecer y desarrollarnos en armonía .

Poder ver hacia el pasado sin dolor y sin culpa, sin remordimientos y valorar, lo que cada persona en nuestra vida, aportó a nuestro desarrollo, para despertar en agradecimiento y amor por uno mismo y por todo lo que nos rodea, transforma nuestra realidad.

Son momentos de Luz que impulsan a nuestro Ser a manifestar con plenitud estados internos que ya no encuentran resistencia ni lucha para expresar lo que verdaderamente somos.

Pueden ser momentos de dolor que han de ser bendecidos por lo que nos ofrecen y porque le dan realización al motivo y razón de la experiencia humana "el encuentro con la verdad de uno mismo".

Nada es real mientras no hay un cambio interior y este cambio sucede cuando la consciencia despierta en un cambio de percepción y de la manera de pensar. "Si cambias la manera de pensar, cambias la manera de vivir".


Amelia Camacho Guerrero.

27 Abril 2015.