Se aproxima el inicio de la primavera, con energía que renueva y despierta la creación con impulsos generados por la conexión entre los planetas y sus influencias en una era que inicia y propicia diferentes actitudes.
Para muchos seres humanos puede representar un cambio, un despertar que hace que todo se vea de una manera distinta.
La verdad es que nos trae oportunidades de evolución y de transformación que cada uno puede asumir o ignorar.
Seamos conscientes de lo que nos da.
Introspección y contacto muy activo en el interior y la divinidad de mi propio ser.
Crear todo aquello que permite que la que yo soy exprese lo que tiene dentro.
Oportunidad para ir en profundidad hacia todo lo que no hemos atendido en nosotros y sacar emociones, intenciones, acciones que no se llevaron a cabo. Unidad con lo que somos, reconocernos en todo lo que es.
Encontrarnos en cada una de las personas que están muy cerca de nuestro corazón y son la misma divinidad en diferentes cuerpos viviendo sus propias experiencias y evolucionando en el recuerdo de la identidad olvidada.
Vivir la vida desde el recuerdo de lo que somos y darnos cuenta de que ya no somos los que éramos, somos nuevos y hemos tenido que dejar atrás lo que ya no requerimos. Este tiempo nos da la oportunidad de comprender por encima del lenguaje, vamos ahora a sentir el conocimiento y a expresar lo que sabemos de una manera diferente.
Habrá momentos que nos conectan con ese interior que tiene todo para mí.
" Yo Soy ", se hace presente con la unidad en todo, la intuición en mi mente sana.
Una comprensión intensa que me conecta con la totalidad. Conecta con el amor, con la naturaleza, con el corazón en el amor más sublime y elevado.
Tiempo de grandes emociones.
Y es por medio de las emociones que nos acercamos más a nosotros mismos. Vamos sin temores, no miedos, con confianza de lo que nos enseñan, con alegría de conocernos y reconocernos para finalmente aceptar nuestra divinidad y vivir el amor más sublime.
Amelia Camacho Guerrero.
27 febrero 2024.