El arte de la expresión es admirable y cuando lo disfrutamos nos damos cuenta de lo que implica usar ese maravilloso instrumento adecuadamente. La literatura, la poesía, la comunicación cotidiana, el teatro, las conferencias, las pláticas amenas y divertidas son muestras de esta habilidad que no todas las personas cultivan.
Hablar bien no es ya del interés de muchos. Los problemas de comunicación son frecuentes y dan muy malos resultados en las relaciones mas cercanas. La inseguridad que se tiene para decir lo que se quiere, el desconocimiento del propio lenguaje, los significados que lo acompañan, la voz, el tono de la voz, el miedo para hablar, la inseguridad en las ideas a expresar: son factores que cada uno podría explorar.
El arte es creativo, original, toca y transmite algo del creador y emociona al que lo recibe. Así también es la palabra cuando con fluidez y naturalidad expresa las emociones, sentimientos e ideas, el pensamiento claro y lo que cada persona trae en su interior.
La variedad en los vocablos, la sutileza, la firmeza cuando se requiere, la ternura en los momentos de amor, la cortesía en lo cotidiano son, sin duda, la expresión vital del alma que encuentra su manifestación en la expresión hablada.
Ser conscientes de lo que decimos es una magnífica tarea para todos. Es por si misma la forma humana de un arte que no debemos olvidar.
" Habla para que yo te conozca"
Amelia Camacho Guerrero.
22 Agosto 2016.