Habitar el cuerpo y fortalecerlo.


La atención al cuerpo lo mantiene sano. Lo fortalece el vivir en el reconocimiento y cuidado de él.

No cargarlo de tiempo , pensando y estando en el pasado y el futuro. Liberarlo de todo lo que en la mente le perjudica, miedo, temor, angustia.

Vivir en él ,tener consciencia de él, no ausentarse de él para impedir que sea ocupado por pensamientos, emociones que lo enfermen.

 Estar en casa , en el interior de nosotros disfrutando habitar en ese sagrado espacio donde realmente vivimos siempre.

Gestionar mi mundo y lo que creo en mi realidad, adueñarme de la vida propia con  responsabilidad de lo que vivo , de las decisiones que elijo, de todo lo que experimento y quiero conocer.

Recordar constantemente que "Yo configuro mi propia realidad ". Nada ni nadie la maneja solo yo.

Comandar la vida. Moldear el tiempo y la circunstancia. Esto significa que tengo un enfoque y una dirección para lo que hago.

Al estar en coherencia mi conexión es clara y facilita la seguridad en las elecciones.

Todo saldrá de la intuición del corazón, al  estar en modo intuición y consciencia,  no hay límites puedo manifestar lo que deseo con la amplitud de la consciencia.

Así tendremos una vida en dharma.

Los cambios serán progresivos y  no con cambios abruptos, todo es como cada uno avance en la integración del espíritu a la materia.  Es activar a la frecuencia del espíritu la frecuencia de la materia. Todo  a nuestro propio ritmo.

Integrar nuestra luz interior a la materia. Es bajar el cielo a la tierra. Es elevar la frecuencia vibratoria y sintonizar con ese nivel de consciencia.

Creando día a día no volveré a la tercera dimensión.   No hay retroceso.

Viviendo para crear y no para repetir lo que ya se vivió.  Diseñar la realidad de acuerdo a la nueva consciencia que comprende la transformación del proceso de evolución que se ha realizado y el propósito de reconocer al ser que hoy crea lo que desea vivir en una dimensión de consciencia diferente.


Amelia Camacho Guerrero.

28 agosto 2023.