Celebremos al niño que vive en el interior de todos. Esa actitud positiva, hermosa y limpia de contaminación que hace la vida sencilla, divertida y llena de luz.
Un niño que estando sano, permite la expresión del adulto sano que hoy toma responsabilidad de su vida limpio de impresiones negativas y de emociones no resueltas .
Veamos con profundidad todo lo que ese niño necesita para reconocer las deficiencias que tiene y así darle el amor que reclama y que por ignorancia no ha recibido. Si ya has hecho ese trabajo seguramente tu avance en el proceso evolutivo se da de manera más armónica y ese niño vive tranquilo en tu interior.
El adulto de hoy manifestará una conducta libre de cargas emocionales no comprendidas ni atendidas, facilitando la buena comunicación y las relaciones sanas con todos aquellos que nos rodean.
Esta actividad es indispensable también para poder educar sabiamente a los hijos ofreciéndoles un ambiente familiar equilibrado y feliz.
Celebremos la niñez, la alegría, el juego y la salud mental y emocional de los grupos familiares. Festejemos al niño que nos llena de bendiciones y amor no con juguetes y regalos sino con consciencia, amor y aceptación.
Amelia Camacho Guerrero.
30 abril 2021.