La vida se experimenta en el interior de cada uno, es ahí donde todo se procesa y de ahí también procede el material con que se interpreta todo lo que se vive.
Los diferentes estados que experimentamos nos brindan la oportunidad de disfrutar o de sufrir a cada impresión recibida. Somos nosotros , exclusivamente, quienes elegimos como se interpreta la realidad que está ante nuestros ojos.
Cada estímulo nos da una percepción, una interpretación y una opción de significación distinta y de la capacidad de observar estos tres factores depende la comprensión que logremos. Asimilar esto nos hace responsables de lo que sucede en nuestro interior para asumir la responsabilidad de nuestras emociones y de todo lo que se vive internamente.
Nadie tiene el poder de hacernos sentir y vivir lo que no queramos. Nuestro poder es infinito y nuestro. Solo cuando cedemos ese poder a los demás vivimos culpando a los que nos rodean por lo que sucede dentro de nosotros.
La gran inconsciencia de nosotros mismos, el desconocimiento de lo que somos como creadores de nuestra vida interior, ha hecho que depositemos en otros la responsabilidad de nuestra propia vida. Por esa razón la felicidad, la alegría, el amor, todo...en esas condiciones, dependerá siempre de los demás, padres, hijos, pareja, amigos, etc.
Lo que se vive en mi interior es elección propia, y lo que elija siempre será mi responsabilidad.
Asumir esto es un avance en el desarrollo consciente. Libero a los demás y me libero yo, de culpas inexistentes y de deudas que nunca podré pagar.
Amelia Camacho Guerrero.
18 junio 2019