Al estar inmersos en un mundo de mecanicidad y de inconsciencia ,no nos percatamos de la creación de una identidad falsa con la que vivimos. Usamos todos los condicionamientos adquiridos y todo lo que desde el mundo externo nos dice como debemos proceder.
Eso forma por mucho tiempo la percepción de nosotros mismos y es la manera en que nos mostramos ante el mundo. Es la identidad creada con ilusiones y con gran desconocimiento de lo que en verdad somos.
Al iniciar un camino de introspección para resolver las preguntas fundamentales que requieren una respuesta interior podemos darnos cuenta de la falsedad de lo creado.
Salir de esa mentira produce el derrumbe de muchas formas mentales que ya no son útiles y esto crea estados internos de incertidumbre y vulnerabilidad. Nada parece real y todo es motivo de duda. Esta bien que sea así, aunque en ese momento parezca caótico.
Saber que no somos ni por mucho lo que hemos creado hace que encontremos la verdadera identidad que es superior a lo programado.
Romper con todo ello es la salida hacia un estado interior muy diferente, en contacto con nosotros mismos sin ilusiones y lleno de la verdad que resuena en el corazón y que no pone en duda lo que recordamos de nosotros mismos.
Lo que buscamos es la verdadera identidad.
Saber quiénes somos y no lo que creemos ser, encontrar nuestra fuerza y poder personal,soltar lo que nos separa de nuestro ser y empezar a vivir como los seres espirituales que realmente somos.
Amelia Camacho Guerrero.
15 julio 2019.