El privilegio de la edad.


Este tema es algo que se manifiesta de infinitas maneras y todas ellas están ligadas a la consciencia y a la forma en que se ha aprendido y percibido en la vida.

 Muchas personas viven este concepto con miedo, con temores al decrépito y a la enfermedad y el sufrimiento, a la soledad y al desencanto por la vida, a la carencia y a la ausencia de los seres queridos que, ahora viven sus vidas sin ver a los que les precedieron y que ya no representan una prioridad en su vida.

La edad es vista como un verdugo, como una amenaza, como algo que es inevitable y dañino.

Todos significados erróneos. Todos hechos por el desconocimiento de uno mismo, todo por inconsciencia e ignorancia.

La manera en que se aprende a ver la edad está presente en todo lo que recibimos de todo y de todos. La sociedad, la familia, la escuela, la información en general que nos alimenta de impresiones, los paradigmas sociales, etc.

Nadie nos dice que por la edad que acumulamos, por todo lo que experimentamos somos un banco de sabiduría y de consciencia y que gracias a eso somos capaces de crear la forma de percibirlo todo.

Por tanto, la edad puede ser una etapa de gran reconocimiento y aceptación, de continuo aprendizaje y disfrute, de libertad y de creación.

La edad nos ofrece todo lo vivido y el descubrimiento de infinitas cosas que se expresan al avance de la evolución de todo.

Ser conscientes del avance que la especie experimenta, de todo lo que hemos visto cambiar frente a nuestros ojos, vivir condiciones de vida totalmente distintas a las que pudimos haber imaginado alguna vez, percibirnos en condiciones de salud y fuerza diferentes, más no decrépitas, ser conscientes de las capacidades que disfrutamos, vivir en reconocimiento de la abundancia increíble que nos rodea, sentir el amor por uno y por todos, vivir y que esto sea el propio de la existencia, todo esto hace que la edad sea vista con ojos diferentes.

Vivir mucho tiempo es una bendición, cada uno puede crear esta experiencia.

Ser consciente de que la oportunidad de conocer esta tierra, de recibir y dar en ella lo que hemos podido comprender,  de darnos cuenta de cuántas personas nos acompañan en esta aventura y de la felicidad que tenemos de darnos cuenta de todo lo que hemos hecho y aprovechado, es un tesoro que nos ofrece el tiempo, la edad.

No añoremos otros tiempos, otros momentos, otras personas, otras situaciones. Vivamos este momento presente, llenandolo de alegría, de amor, de agradecimiento , a fin de cuentas, no todos tienen el privilegio de vivir tanto.

Ningún momento ha sido mejor que este. Ningún tiempo ha sido mejor que el que estás viviendo ahora porque este lo tienes, los otros ya los viviste y son recuerdos.

Con este momento puedes crear lo que quieras vivir, aquí y ahora.


Amelia Camacho Guerrero 

6 mayo 2024