En la inconsciencia todo esto se convierte en un monstruo ante el que, aparentemente no se puede luchar, ya que adquiere la fuerza que, la ignorancia de uno mismo, le confiere. Quien ha vivido esto puede creer que todo esto proviene del destino, de la vida, del exterior, de lo que cree que le toca vivir, de alguna creencia de sufrimiento necesario para alcanzar un futuro mejor.
Sin embargo experimentar todo eso es " el despertar de la consciencia", es darse cuenta del magnifico poder que cada individuo tiene ya sea para recuperarse o para continuar en el mismo estado.
Todo es una manifestación de su propio poder para pasar en medio de su propia oscuridad y así llegar a la luz que su consciencia le permita. El tránsito por ese espacio es doloroso por tener que enfrentar la verdad de uno mismo, pero también es el despertar de una alma que encuentra el camino hacia su esencia y hacia su propia divinidad. Es la recuperación del poder interno que impulsa a la transformación, es la invitación para usar ese poder a favor y no en contra de uno. Es la recuperación de identidad y la inmensa capacidad del ser para vivir y disfrutar de todo y de todos.
Amelia Camacho Guerrero.
20 Abril 2015.