Lo que decimos expone nuestra visión de lo que vivimos, de como percibimos el mundo y de todo aquello que habita en nosotros. Mientras mas atendamos la problemática interior, menos problemas viviremos al exterior. No hemos de olvidar que es en el interior donde se crean todas nuestras respuestas con todo lo aprendido, con la forma en que hemos procesado toda experiencia y siempre de acuerdo al nivel de consciencia que tenemos a cada momento.
Resulta muy complicado para muchos desapegarse de respuestas ante lo que sucede. Resulta difícil no identificarse con los eventos que vemos, egoicamente no podemos quedarnos callados, tenemos que responder de alguna manera y no siempre cuidamos como lo hacemos.
Si tu palabra va ayudar, pronúnciala. Si tu palabra daña, cállate. Si tu palabra ofende, no la digas.
El poder que tiene tu palabra ha de ser para poner toda la consciencia que puedas en cada cosa que digas.
Lo que esta sucediendo es un hecho, de nada sirve vivir en la queja constante, así solo fortaleces tu resistencia a la aceptación de lo que ya es, y nada puedes cambiar. Si está en tu mano el cambio ¡ hazlo ! si no es así, deja de pelearte con tus ideas, no con la realidad, porque esa, ahí está y es como es.
Amelia Camacho Guerrero.
9 Enero 2017.