El Parloteo: Reacción incontrolada para hablar.


En algún momento, o con frecuencia, caemos en este hábito que nos hace desear hablar de lo que sea con gran descuido en sus consecuencias. 

Hablar y tener la capacidad de expresarnos es un verdadero privilegio, sin embargo somos poco conscientes de como usamos este don.

Revisar como lo hacemos nos llevará a darnos cuenta de que nuestro hablar no es ,en todos los casos, lo mejor que hemos hecho.

Son mas las veces que nos podremos arrepentir de haber hablado que de habernos callado.

El parloteo se ha convertido en una actividad común y a veces obligada. Es algo que hay que hacer para no parecer desatento, descortés, poco amigable o simplemente para llenar el tiempo de palabras sin ningún contenido.

Podemos encontrarnos frente a alguna persona que nos cuenta historias que no vienen al caso ya que nunca la volveremos a ver pero ya dijo, o ya le dijimos, una historia de la vida resumida en una parada de autobús o en la antesala del dentista.

Para muchos este parloteo es necesario ya que es la única oportunidad de hablar con alguien . Para otros la necesidad de que alguien escuche sus quejas de todo lo que le rodea, sus agudas críticas, sus bromas ofensivas y repetitivas que le permiten creer que así tiene una buena comunicación. 

En estas acciones está ausente la capacidad de escuchar ya que esto se lleva a cabo unilateralmente. 

Siempre hay alguien que se roba el micrófono y el resto oye, no hay espacio para participar. Las ideas son fijas y no admiten cambio ni aceptación. 

El parloteo hace que opinemos de lo que alguien comenta aún cuando nadie nos pregunte , damos sugerencias o soluciones acerca de cosas que no conocemos, de problemas que aparentemente están claros pero que realmente no sabemos. Tarde se nos hace para decirle al otro que hacer ante una situación dándole indicaciones de como resolver lo que tal vez no tiene solución porque es un hecho y no un problema. Así llenamos muchos espacios en nuestra vida.  El parloteo sucede aún estando solos, la mente mecánica funciona siempre, nos hace hablar cuando no hay nadie y a veces no nos deja dormir quisiéramos pararla pero siempre tiene algo que decir.

La idea de tener una buena plática es algo muy diferente. Aquí es interesante preguntarnos como lo hacemos.  De que manera evitamos caer en esta actitud para evitar gastar tanta energía por la boca . Esto resulta de tener interés en observarnos de aprender a escuchar y de tener una buena comunicación con nosotros mismos. Aprender a escuchar y atender nuestros propios pensamientos para no necesitar quien los valore y los atienda. Evitar la necesidad de juzgar a los demás ya que esta acción siempre requiere de público. Practicar la meditación. Practicar la inmovilidad del cuerpo por algunos minutos durante el día, porque la quietud del cuerpo refleja la quietud de la mente. Aprender a callar, si no tenemos algo bueno que decir. Evitar las confrontaciones por diferencias de opinión. Jamás pelear por tener la razón. Aceptar la diversidad de ideas y las muy variadas formas de expresión de las personas.

Recordar constantemente que nunca tienes algo que demostrar, que eres tan diferente como los demás, que nada de lo que tengas, hagas o digas altera lo que eres y que en esencia todos somos lo mismo.



Amelia Camacho Guerrero.

22 Septiembre 2014.