El Miedo.

Estado de consciencia que, por la identificación con ideas aprendidas, produce estados emocionales de baja vibración que alteran el estado físico y crean desarmonía, malestar y enfermedad.  El desequilibrio interno se mantiene al alimentar la repetición constante de pensamientos sostenidos por la falsa idea de tener incapacidad para superar los eventos o situaciones de la vida.

Salir de este estado, es soltar las ideas, los paradigmas que esclavizan a una visión equivocada de sí mismo.

Las circunstancias externas son como son y no está en nuestras manos cambiarlas; pero el estado mental , el estado interior depende de lo que cada uno decide hacer válido con la aceptación y  decisión personal.

Los miedos reales ahí están para superarlos y para ello contamos con la naturaleza instintiva de supervivencia que siempre responde a nuestro favor, pero los miedos inventados están en la mente, donde tenemos todo el poder para cambiarlos con la ayuda de una consistente atención en la forma de pensar.

Saber porque se recurre a esta forma de vida, que tipo de experiencia se busca y como conducir el pensamiento a otra forma de vida , ayuda a salir del espacio mental que genera la actitud de temor y sufrimiento.

Llegar al hartazgo de esta condición, hace que se busque la recuperación del poder de cambio, la voluntad  y la decisión para crear algo diferente. Tomar la responsabilidad de lo que se vive internamente asumiendo en totalidad el resultado, sería un primer y fundamental paso.

Saber que se es capaz de hacerlo siempre, que en cada uno habitan todas las posibilidades y el poder interno  para lograrlo; es hacer que la consciencia de  lo que uno es, se manifieste con todo la Luz y el Amor que somos.


Amelia Camacho.

Julio, 2013.