El magisterio.

Esta actividad es ejercida de muy diferentes maneras y en muchas ocasiones ni siquiera es reconocida por los que la ejercen. Todos la llevamos a cabo de mil formas. Todos enseñamos en muchos actos de nuestra vida y no somos conscientes de lo que transmitimos con pensamientos, sentimientos y acciones.

La escuela tiene una fundamental presencia en la enseñanza, la transmisión del conocimiento. La vocación de los profesores no siempre acompaña esta importante labor y el resultado no favorece al cumplimiento de los objetivos educativos.

Sin embargo existen infinidad de profesores verdaderamente responsables y preocupados por el buen desempeño de sus tareas como educadores que realizan  proyectos encaminados a la mejora de los resultados llevando su vocación con creatividad y real interés en los educandos.

Hay que reconocer al profesor que entrega su esfuerzo a la misión que la escuela desempeña con un compromiso con la niñez y que a pesar de no verse respaldado por los padres o tutores, por las instituciones o por la opinión pública realizan su tarea con eficiencia y calidad.

Apoyemos la labor del profesor respaldando su trabajo con la enseñanza que se ha de hacer en casa, ahí donde los fundamentos de la educación del individuo provienen, ahí donde está la base que impulsa el aprendizaje de todos.

No olvidemos que todos participamos en este proceso desde donde estemos,en la casa, en la calle, en el trabajo y principalmente en la familia.

Felicidades a todos los que se hacen responsables de lo que enseñan, al hacerlo somos conscientes de nuestra participación en el desarrollo de una sociedad llena de los  valores que queremos ver manifestados en nuestra vida y la de todos.

Todos somos responsables de la educación.Nadie está exento. Es la tarea más importante que podemos hacer en beneficio de todos.


Amelia Camacho Guerrero.

14 mayo 2019.