El Juego que Todos Jugamos.

Desde pequeños jugamos a que " soy tu mamá " ,o " soy el esposo", o ahora "soy la hija" y esto es muy divertido cuando aprendemos los roles que elegimos y en ocasiones evitamos algunos que desde entonces no nos agradan, Empezar con este juego nos prepara para después.

No imaginamos que al crecer seguiremos jugando sin darnos cuenta del juego, asumiendo roles que mas tarde nos pesan porque muchas veces ni siquiera los percibimos.  Nos gusta sentirnos la mamá de alguien , o la hija de alguien, o el papá de alguien y cuando las expectativas creadas por seguir ese rol demandan atención como tales , ya no nos gustan. Quisiéramos que , como cuando éramos niños , pudiéramos decir , " ya no juego".

No imaginamos el dolor proviniendo de un rol equivocado y sufrimos al sentirnos defraudados por un comportamiento que no responde como esperábamos.

Crear relaciones sanas es necesario para vivir felices.


Amelia Camacho Guerrero.

31 Marzo 2014.