Hemos hablado mucho sobre la importancia que tiene la palabra y la razón de ser atentos con su uso.
Pocas veces,tal vez , hemos reflexionado sobre su importancia y la maravilla que es tener la capacidad de usar este instrumento.
Aprendemos un idioma y no siempre nos percatamos de la forma en que lo usamos ni de lo que expresamos con el.
Las palabras que empleamos en muchos momentos son solo la repetición de expresiones oídas en otras bocas sin el conocimiento de su significado.
Ser conscientes de lo que decimos es algo que está fuera del interés colectivo.
Por este motivo,hoy, escuchamos a muchos decir cosas y usar palabras con descuido y desatención. Poco es decir de relaciones afectadas por la calidad de la comunicación y de la ausencia de la manifestación de los valores fundamentales en el comportamiento humano.
Todo lo que hacemos es la forma en que nuestro lenguaje habla de lo que hay en nosotros.
El nivel de consciencia que cada uno desarrolla está en todo lo que nombramos, nuestra palabra le da existencia a ello.
Construimos nuestra realidad en la expresión de todo lo que sale por nuestra boca.
Lo que pensamos, lo que sentimos, lo que hacemos, lo que hablamos es la expresión de nuestro ser.
De la abundancia del corazón habla la boca.
Amelia Camacho Guerrero.
15 octubre 2019.