Parece una acción muy fácil de hacer y no es tan común, en la mecanicidad se vive bajo ritmos acelerados y todo es rápido, no hay tiempo para nada. Darse la oportunidad de detenerse para observar los eventos cotidianos requiere de calma y de silencio mental. Estar presente, estar consciente del momento y apreciar cada instante exige una intención.
La consciencia que ha despertado para descubrir algo nuevo se manifiesta con atención y la atención es factor importante para poder disfrutar todo.
Intención y atención van de la mano.
La forma en que se vive desde el ego, no da esta posibilidad ya que solo busca el disfrute del placer de los sentidos que es efímero.
El resultado de aprender a estar presentes reditua el mayor disfrute de lo que se vive.
El enfoque constante en lo que sucede en el interior de cada uno y la intención de percibir de otra forma todo lo que somos y nos rodea. Soltar creencias, aprendizajes, cambios en las formas habituales de pensar hará que las intenciones se fortalezcan con la voluntad nacida de la consciencia.
Amelia Camacho Guerrero.
11 junio 2020.