La cultura y las tradiciones y costumbres tienen una riqueza ancestral. Recibimos esta información de nuestros padres y de la sociedad en la que vivimos todo esto conlleva ideas, creencias y pensamientos que también transmitimos a los que siguen.
Aprendemos de la vida y también de la muerte.
Al despertar de la consciencia y al recordar quienes somos, sabemos que la muerte no existe para el Ser que somos.
Hoy podemos despedirnos de los seres que amamos con una idea diferente, con sentimientos distintos y con la aceptación que nos da el saber que no mueren nunca.
Podemos seguir con la tradición de poner altares y de honrar la memoria de quienes ya se fueron de este plano pero ahora la mente puede tener contenidos de ideas muy diferentes.
El día de muertos, hoy, se llena de recuerdos, de experiencias compartidas y si nuestra comprensión de la muerte del cuerpo es real y profunda, sabremos que el amor y el agradecimiento a esos seres es el mejor homenaje para ellos por lo que son y nunca dejarán de ser.
Amelia Camacho Guerrero.
25 octubre 2018.