Esta costumbre mexicana nos conduce a recordar y hacer presente la memoria en honor de aquellos que nos han acompañado en la experiencia humana.
Todos ellos merecen nuestro amor y agradecimiento por lo que hemos compartido.
Recordar con infinito amor,con alegría, con emoción por todo lo vivido,con muchas bendiciones por lo que nos ofrecieron, por su ayuda, por su atención y cuidado, por infinidad de cosas intangibles y difícilmente expresadas en palabras y que sin embargo alimentaron nuestra alma y corazón.
Los seres que hoy somos cuentan con todo lo que experimentamos, con todo lo que aprendimos de todos los que participaron en este crecimiento.
Honremos a los que ya no están aquí pero que siguen en nuestra vida y en nuestro corazón.
Amor y luz por siempre para todos.
Amelia Camacho Guerrero.
31 octubre 2019.