Es tiempo de dejar atrás el personaje que hemos actuado durante el tiempo de inconsciencia, el tiempo en el que nos olvidamos de lo que verdaderamente somos, el tiempo en el que creamos una identidad construida con todo lo que nos condicionó para ajustarnos a una falsa realidad.
Todo el tiempo en el que nos dedicamos a complacer las necesidades impuestas por el exterior sin poner atención en nosotros y en las relaciones con uno mismo.
Pasamos muchas vidas olvidados de nosotros. Mucho tiempo de rezago para recordar el origen de nuestro ser.
Ahora tenemos muchas oportunidades para vivir en coherencia con todo lo que comprendemos del magnífico ser humano que ha experimentado la vida en la tercera dimensión y todas sus condiciones.
Hoy nos vemos con la gran sabiduría ganada a lo largo de todas las existencias que hemos transitado y que nos han dado el aprendizaje necesario para superar las emociones, la mente inferior, y el personaje: el ego.
La oportunidad es grandiosa, es un momento de Ascención y esto significa un paso gigante en el proceso evolutivo que estamos viviendo para toda la humanidad.
Toda la programación que hemos vivido exige ahora el discernimiento para soltar lo que ya no procede ni favorece al desarrollo de la humanidad.
Nuestra atención ha de estar centrada en uno mismo porque es en el interior donde está la tarea, es en el interior donde se manifiesta la realidad que cada uno experimenta. Somos nosotros los que debemos atendernos con amor y gentileza, con mucho cariño y respeto, comprensión y aceptación hacia lo que descubrimos en cada uno y que ahora nos muestra la verdad que no habíamos visto.
El acercamiento al ser espiritual que somos pide hoy su más atenta expresión en todas las áreas de la vida, con toda coherencia, con toda consciencia para sentirnos en el camino hacia el cumplimiento de nuestro propósito de estar aquí.
Amelia Camacho Guerrero.
6 diciembre 2022.