Crear con libertad y con la pureza de mente, con la alegría de los niños, con confianza y conocimiento, con la certeza que da la consciencia de saber que somos, con el poder interior del espíritu que habita en cada uno, manifestando así la comprensión adquirida a lo largo del tiempo de búsqueda de la verdadera identidad.
Tiempo para hacer realidad lo que deseamos vivir, para ver manifestado en nuestro mundo lo que queremos vivir. Hacernos conscientes de nuestra participación en la propia vida. Estar en el escenario sin ser afectados por lo que, afuera seguirá sucediendo como tenga que suceder, y ser capaces de ayudar desde la consciencia mas elevada.
Ofrecer el amor que, en su más exquisita forma, solo la consciencia de uno mismo puede dar.
Compartir con todos los que nos rodean lo mejor que tenemos y eso es saber que todos en esencia somos iguales y todos merecemos ser amados.
Sembrar amor doquiera que vayamos porque es lo que recogeremos al final del camino.
Amelia Camacho Guerrero.
19 marzo 2019.