El tema es interesante y además invita a la reflexión. Cambiar exige una amplia observación de muchas cosas. Aparentemente pensariamos que bastaría con darnos cuenta de algo y que eso es suficiente solamente para hacer los cambios. Por supuesto que no, no basta con la información. No basta con que creamos que entendimos en que consiste el cambio.
Para hacerlo realmente hay que revisar ideas, creencias, costumbres, rutinas que han prevalecido en la personalidad como sellos individuales que creemos que es imposible cambiar.
Las respuestas van acompañadas de expresiones corporales, gestos, tonos de voz, que provocan identificación, molestia, y otras. Cambiar todo eso exige atención, observación personal, aceptación y responsabilidad.
Nosotros no vemos nuestra cara pero el otro la ve todo el tiempo. La respuesta del que está frente a nosotros nos obliga a ser conscientes de lo que hacemos. Si el ego está presente las ofensas por todo ese lenguaje , no se hacen esperar y la culpa siempre será para alguien y no hay responsabilidad por la comunicación tan deficiente que tengamos.
Cambiar las respuestas que ofrecemos y expresarnos con atención y consciencia es el resultado de la consciencia que se expande y desea elevar su frecuencia vibratoria con trabajo consciente y conocimiento personal.
Por supuesto que hay quienes no desean hacer cambios y creen difícil soltar lo aprendido y deciden permanecer en esa condición, tambien eso es una decisión válida, todo depende del libre albedrío de cada uno.
Amelia Camacho Guerrero.
7 octubre 2020.