Compasión y lástima.

La compasión viene de comprender que todos luchamos contra nosotros mismos, con nuestros propios demonios, con todo aquello que vive en el interior de lo cual no nos hacemos responsables y por tanto los proyectamos en los otros.  Cuando ya hemos visto y reconocido lo nuestro comprender a otro es más sencillo y podremos ver con compasión a todos.

Sabremos reconocer lo difícil que es.  Sabremos ver sin juzgar.  Sabremos amar porque nos amamos a pesar de todo.

Son muchos los pasos que hay que dar hacia adentro para crecer en esa dirección.

Seremos compasivos con nosotros primero. Dejaremos de ser violentos hacia nosotros. Daremos lo que hemos creado en el interior.

Nadie da lo que no tiene.

La lástima que podemos sentir por otro es lo que da un sentido de superioridad al ego. Lástima por nadie, amor por todo, empezando por mí.


Amelia Camacho Guerrero.

14 junio 2020.