Compartir es enseñar.

Al vivir con placer también se enseña.


Una persona que no sabe disfrutar: ni comparte ni enseña.

Muchas veces tenemos en la mente el deseo o la idea de enseñar a los niños o a otros como vivir en armonía y la respuesta la tenemos siempre.
 Se enseña con el ejemplo cotidiano. De como vives tu otros aprenden.

 Es difícil transmitir felicidad cuando la expresión personal comunica siempre un mensaje de disgusto ,de inconformidad con todo lo que se vive.Cuando siempre las respuestas son de desagrado ,de ira o de malestar porque nada satisface , todo esta mal, las personas al rededor son criticadas o juzgadas y la actitud mas frecuente es de resistencia ante lo que se vive.Se culpa ,se señala , se agrede constantemente solo con la actitud .

Cuando no estamos de acuerdo con las decisiones que tomamos , cuando nos sentimos forzados a hacer algo en contra de nuestra voluntad , cuando queremos que los otros hagan las cosas a nuestra manera, cuando sentimos que no obtenemos la atención de los demás y nuestras necesidades no son satisfechas por los que nos rodean: vivimos en profunda insatisfacción y frustración .

Pensar que los demás están para satisfacernos y cumplir nuestras necesidades es un aprendizaje que hemos de dejar atrás. Aprendimos a esclavizarnos y esclavizar a los demás con nuestras demandas. Esperar que desde afuera se cumpla lo que queremos ha sido un camino equivocado.

Tomar en nuestras manos lo que queremos sin hacer responsable a nadie es la mas hermosa libertad que podemos compartir y enseñar.

Amelia Camacho.
25 de Febrero 2013.