La realidad es percibida por cada uno de nosotros y es de acuerdo al contenido de la experiencia vivida, por esa razón ninguna realidad se percibe igual a ninguna otra persona.
Querer cambiar al otro y desear cambiar su respuesta es como querer cambiar la realidad que el otro percibe y saber porque responde de la forma en que nos molesta.
Todos tenemos razones para responder como lo hacemos y es muy complicado tratar de entender porque hacen lo que hacen y más aún porque nos incomodan tanto sus acciones.
Molestarte por esa interminable lucha, resistencia por no darnos cuenta de que cada uno tiene sus propias razones y causas en su naturaleza para hacer lo que hace y de la misma manera nosotros tampoco comprendemos las propias motivaciones.
Luchamos contra el otro pero también luchamos contra nosotros mismos por falta de compresión.
Nadie tiene el poder de herirnos salvo uno mismo con la interpretación y percepción de los eventos.
Este es un tema que constantemente se manifiesta en la vida cotidiana. No hay nadie que se excluya de esta experiencia.
La aceptación de las diferencias ayuda a reconocer que somos seres únicos y que tenemos cargas emocionales y mentales totalmente diferentes, si bien somos iguales en esencia, somos diferentes en niveles de consciencia.
Nos hemos desgastado mucho queriendo cambiar a los demás sin recordar que tan individual es nuestra conducta.
Nuestro día a día se llena de estas situaciones ya es momento de aplicar el conocimiento que facilite vivir en aceptación de lo que es.
Amelia Camacho Guerrero.
25 octubre 2025.