Dos respuestas que están íntimamente ligadas a la vida cotidiana creando consciencia para percibir que nada de lo que representa beneficio en cada momento de la vida ha de estar separado del agradecimiento. Se pasa por alto la participación permanente de todos los seres que comparten su trabajo y su esfuerzo en cada tarea que realizan, para ofrecernos la oportunidad de gozar cada cosa que llega a nuestras manos.
Este darnos cuenta día a día de todo lo que otros hacen para nuestro bien amplía la consciencia de la unidad en la que vivimos.
Una sola cosa que uses , que disfrutes, que comas, que tengas conlleva la participación de muchas manos. La casa donde vives contiene invisibles acciones de muchos participantes. Nada llego solo, nada está ahí sin el trabajo de alguien. Invisibles manos trabajan siempre para que tengas el bienestar que disfrutas.
Por ello el agradecimiento es fruto de la consciencia. Es para el que se da cuenta y aprecia lo que recibe y de todo lo que llena de comodidad y disfrute de la vida.
Abrir los ojos y darse cuenta de todo esto, hace valorar y agradecer siempre e infinitamente todos los trabajos y no minimizar ninguno. No hay trabajo pequeño ni tampoco agradecimiento suficiente para lo que cada uno aporta.
Este, que ha de ser un acto consciente cotidiano, nutre tu alma y las de los que lo realizan, tu abundancia crece porque ahora sabes que todo llega a ti por el esfuerzo tuyo y de tantos otros que también trabajan para tu bien. Llena tu corazón de la constante atención para verlo. Responde con gentileza a quien hace un servicio para ti, responde con servicio a quienes hacen mas fácil tu vida, sonríe, saluda, a fin de cuentas todos servimos a todos y ambos gozamos de los beneficios.
Amelia Camacho Guerrero.
13 Septiembre 2015.