La coherencia interior tiene que ver con la forma en que conducimos la atención, la emoción y la acción, juntas dan la manifestación de la creación constante que vivimos.
Nada está lejos de nosotros si ponemos atención en la presencia del ser creador que reconoce su esencia.
Mucho hablamos de la coherencia y ahí tenemos que detenernos en comprender lo que esto significa, esa unión alineada con nuestro ser, con nuestra presencia ,con nuestro pensamiento y con la dirección que damos a nuestras acciones.
Esto da como resultado una neutralidad que evita la polaridad que nos obliga a ir de un lado a otro y a movernos sin tener conciencia y dirección clara de lo que hacemos.
La atención es un poderoso elemento que nos ayudará siempre a mantenernos en presencia.
El aquí y el ahora son vistos y vividos desde la atención.
Parece simple, pero no percibimos la cantidad de impresiones que consumimos y que nos conducen hacia afuera, a perder la oportunidad de estar atentos a lo que significa el momento presente.
Todo lo que queremos está justamente ahí, en el presente.
Dejar de deambular en la mente, impedir que nos lleve a otros estados y centrarnos en lo que estamos experimentando, tiene para nosotros el regalo de la consciencia que percibe con atención lo creado.
Al darnos cuenta de lo que hacemos, querremos ser más conscientes y responsables de la experiencia que elegimos, así podremos construir una realidad al nivel de la frecuencia vibratoria de la consciencia que tenemos en cada momento.
Practicar la coherencia interior, la atención consciente, la presencia es equivalente a meditar de manera natural estando siempre en dónde estamos sin negar la realidad, aceptando lo que es tal como es, sin fricción ni conflicto interior.
La paz se vive y se crea como un acto de consciencia profunda, se disfruta y se siente produciendo un estado de salud integral que se manifiesta en todo.
Las relaciones, especialmente la que vivimos con nosotros mismos, son todo lo armónicas que nuestro interior vive ,ya que todo procede de ese lugar, todo es procesado y creado en ese sagrado espacio donde habitamos.
Amelia Camacho Guerrero.
26 mayo 2025.