Esto tiene que ver con la forma en que se vive y con todo lo que internamente nos impulsa y nos mueve en todas direcciones.
A veces no ponemos atención en la melodía que vibra en nosotros y solo cuando desafina es cuando nos percatamos que perdimos el ritmo y la armonía.
Hay una música interior , un sonido que constantemente hace nuestro Ser y nos da la pauta de lo que realmente queremos, de eso que, desde el interior resuena y vibra para recordarnos quienes somos y que sentimos.
Esa bella música que es siempre armoniosa y que nos sintoniza con el flujo de la vida, que nos da la alegría de vivir y de disfrutarlo todo que nos conecta con lo que escuchamos. En esos momentos de quietud y de silencio , que nos lleva al estado de plenitud y de ser que tantas veces buscamos afuera y que un día.... a veces sin buscarlo , aparece y nos lleva muy lejos de este mundo y muy cerca de nuestro corazón, convirtiéndolo en el mas fino instrumento que entona las notas del amor expandiendo su vibración con la maestría y delicadeza del experto, que pone en su ejecución el alma y la vida.
El sonido que es la vibración del alma y que se manifiesta a través del sonido de tu propia voz, de tu palabra , de tu risa ,de la voz de los demás , del canto de las aves o del viento, de la voz del mar en el canto de las olas , eso que capta tu atención y estremece tu presente, lo que te recuerda la unión con todo y te integra a todo lo que hay. Esa mágica y bendita armonía que trae a tu Ser la divina presencia de Dios.
Unete a la vibración del universo, del todo , del cual eres parte y del cual procedes. Vive la unidad consciente con tu propio Ser.
Amelia Camacho.
23 de Enero 2013.