Éste es un aspecto que ha querido ser satisfecho de variadas formas pero siempre con la atención al exterior. Aprendimos a buscar siempre la atención de los demás, a esperar que se dieran cuenta de que somos valiosos, capaces, inteligentes o cualquier otra cualidad que deseamos fuese reconocida.
Ahora es el tiempo de darnos aprobación personal, reconocimiento amplio por medio del conocimiento que vamos adquiriendo al ver el interior de nosotros mismos.
Aceptación de todo lo que nuestro ser sabe y nos muestra.
Dejar de mentirnos y escucharnos sin temor y con toda la verdad de la consciencia, que hoy se manifiesta para darnos lo que buscamos en otras voces, ser amorosos, piadosos y misericordiosos con nosotros mismos y rendirnos ante la divina escencia que es nuestro verdadero ser.
La voz del alma habla al oído para reconocernos.
Aceptar la vulnerabilidad a la que nos enfrentamos cuando todas las máscaras se caen, cuando las protecciones creadas nos dejan al descubierto la información de la cual hemos sido inconscientes. Vernos con infinito amor aceptandolo todo. Infinita bondad y coherencia con el corazón para trascender la experiencia humana.
La materia está siendo afectada por la vibración que remodela el físico y nuestra biología lo está manifestando.
Reconocer el cansancio y el agotamiento para terminar con la resistencia y la lucha ante lo que se manifiesta de manera inevitable.
Amelia Camacho Guerrero.
23 noviembre 2020.