No vivir el Amor y más aún, no conocerlo, ha provocado temor en muchas personas. Esto ha dado como resultado el que se sientan frágiles ante su presencia y den significados equivocados a la maravillosa experiencia que es.
Hemos creído que el amor nos debilita por creer que este depende de una voluntad ajena y que está en manos de aquel que nos interesa.
Lo aprendido estorba para acercarse a la verdadera esencia de lo sublime , de lo que implica experimentarlo.
Se teme a perder libertad, a esclavizarse ante el otro, a cederlo todo, a concederlo todo; porque no se ha comprendido que el amor es el camino que nos conduce al interior de nosotros mismos y que, solo a través de él, seremos capaces de vernos y conocernos, dándonos cuenta de que los verdugos somos nosotros, creyendo que para ser amados hemos de privarnos de una libertad que ni siquiera poseemos.
Transitar por el camino del amor, nos enseña a superar todos los obstáculos para encontrarnos a nosotros mismos, libres de condicionamientos e ideas aprendidas en la mayor ignorancia. Hemos vivido protegiéndonos del amor , no exponiéndonos a vernos como no somos para finalmente descubrir, a través de la relación con el otro, lo que hay que dejar a un lado y darnos cuenta de que , no es en otro donde esta ese preciado tesoro, sino en nosotros mismos.
Así nos cuidamos de no ser lastimados, de no ser heridos sin percatarnos que los únicos que nos lastimamos somos nosotros impidiéndonos manifestar la divina expresión del amor que escondemos tan profundamente.
Esta actitud ha generado mucho dolor y sufrimiento impidiéndonos voltear para vernos como poseedores, dueños de esta fuerza, de este poder interno que hace que expresemos determinación , decisión, voluntad, conocimiento, firmeza, seguridad, confianza que, mientras no la veamos en nosotros, la buscaremos en el objeto de nuestro amor.
Todo esto , a través del desarrollo consciente, está en nosotros, pero mientras equivoquemos el camino , lo seguiremos esperando de los demás.
El encuentro con el Amor sucede en el interior y una vez ahí , no hay poder que te haga perderlo. Lo único que querrás sera compartirlo, darlo con todas las características que tiene, llenándote a ti primero y gozando la oportunidad de poder entregarlo.
Todas tus expresiones , tus acciones lo contienen y dejan huella doquiera que vayas.
El que ama es libre y lo es para amar.
Amelia Camacho.
21 de Enero 2013.