De ahí que sea tan importante que seamos cada vez más conscientes de lo que pensamos, sentimos y hacemos en toda coherencia para hacernos responsables de lo que alimenta a nuestro mundo creando la realidad en que vivimos.
Ser capaces de producir un alimento de alta calidad para todos, es una tarea que todos hemos de hacer.
¿Con que alimentas al mundo? Con alegría, amor, disfrute, diversión, aceptación, amistad, satisfacción, compromiso, servicio, ayuda, apoyo, positividad, etc., o con ira, rencor, preocupación, juicios, critica, quejas, molestias, tristeza, resistencia o negatividad.
Buena reflexión sobre nuestro estado interno ¿o no? No olvides que aquello de lo que te alimentas, alimenta también a todo lo que está a tu derredor.