Por supuesto que en la memoria de todos hay un especial recuerdo para un maestro o maestra. La cercanía con un personaje tan importante en las vidas de todos ocupa un lugar en el corazón.
Los días en que el vínculo escolar abre las posibilidades de encuentros con emociones e impresiones de muchos niveles son el contacto con esas personas que nos acompañan amorosamente en momentos de desapego de la familia, de mamá principalmente para incursionar en el conocimiento de nuevas relaciones.
Posteriormente esos contactos cambian pero siempre ocupan lugares especiales.
Un buen maestro es recordado por muchas y diversas razones, algunos por su exigencia , otros por su apoyo, por su cariño, por su encanto, por su conocimiento, por su dedicación.
Muchos pasan desapercibidos, ni siquiera recordamos sus nombres.
Pero que hay de aquellos que siempre permanecen en el corazón, esos que recordamos con profundo amor.
Para ellos un homenaje, porque aquello que nos dieron ha sido tan importante que ha dejado una huella indeleble, una huella de la vocación y la entrega por su tarea. Esos son los verdaderos maestros, no profesores solamente, son los que transformaron nuestra vida, los que cambiaron nuestra existencia de alguna manera.
Estos no están únicamente en los espacios académicos, están en todas partes, no figuran como maestros y sin embargo,lo son.
Reconocimiento para ellos, felicidades para ellos, amor y bendiciones por su hermosa labor.
Amelia Camacho Guerrero.
14 mayo 2020.