Un amoroso reconocimiento para todos aquellos maestros que han dejado huella en la vida por sus enseñanzas y su amor para transmitir el conocimiento.
En la mente y el corazón existe un profundo agradecimiento por su presencia y su disposición para hacer de esta labor algo memorable.
Gracias infinitas por lo que nos han ofrecido y siguen ofreciendo.
Muchos de ellos participan en la transformación que hoy podemos ver y son dignos maestros de vida.
Recordemos amorosamente su mensaje y sus enseñanzas y tengamos para ellos en su día el reconocimiento que merecen.
Felicidades por su servicio y su entrega, por su responsabilidad y compromiso con la hermosa misión que cumplen con la niñez y con todo aquel que se encuentran en su camino.
Sean todos bendecidos por manifestar la virtud de saber compartir su experiencia y conocimientos.
Amelia Camacho Guerrero.
14 mayo 2019.