Para la consciencia que despierta no hay sorpresas, no hay más que aceptación y fluidez en todo.
Aparecen los eventos, las impresiones, las situaciones y nada representa problemas con que lidiar, ni asuntos complicados que provoquen conflictos internos que nos conduzcan a estados emocionales alterados que impidan la paz y la armonía interior.
Vivir en la coherencia, en la atención de pensamiento, sentimiento y acción , en el centro del corazón, respondiendo en consciencia ante todo es la manifestación plena del ser que somos.
Así ,se hace a un lado el dominio del ego y el personaje creado ya no tiene la misma preponderancia que tuvo cuando la consciencia de nosotros mismos no tuvo nuestra atención.
Hoy, la presencia del ser es el medio que nos ofrece todo el bienestar que queremos, no hay personas que nos lo puedan dar, somos los creadores y somos los únicos que al disfrutarlo lo podemos compartir siendo conscientes del gran tesoro que siempre ha estado dentro de nosotros.
Este tiempo nos ofrece oportunidades para comprender mejor todo lo que hemos aprendido y estudiado, el proceso intelectual en el que está la humanidad entera, despierta a todos y ahora es el momento de transformación y cambio en las formas de pensar y de percibir la realidad, para esto hay que dicernir entre la vasta información disponible y solo la consciencia que ha crecido y desarrollado su visión podrá seleccionar con responsabilidad y respeto lo que tiene frente a sí.
Cada momento hay cambios, nosotros mismos estamos en constante transformación y aún sin darnos cuenta somos siempre diferentes. Todos también viven los cambios y no ha de sorprendernos que podamos darnos cuenta de que el mundo nos ofrece la maravilla de experimentarlo todo nuevo, si estamos listos para verlo.
Estrenamos ojos todos los días, estrenamos ideas, emociones y sensaciones, sentimientos y pensamientos, todo puede ser maravilloso, para el que pueda verlo.
Eso es vivir en el presente. El único momento que realmente tenemos.
Amelia Camacho Guerrero.
26 noviembre 2024.