Pobreza y espíritualidad.

Ser espiritual no implica ser pobre ( $).

La espiritualidad no impide que se disfrute de los bienes materiales, lo que significa es que seamos capaces de tener objetivos claros de comportamiento que no dependen de lo que podemos tener y que tener no sea el objetivo de la vida.

Esta bien pensar en una buena vida y crear bienestar para todos los que nos rodean, procurar que nuestras necesidades estén satisfechas y llevar a cabo tareas que nos ofrezcan dinero a cambio de lo que mas disfrutamos.

Obsesionarse por acumular objetos, consumir indiscriminadamente obedeciendo a necesidades inventadas hace que nos olvidemos de nosotros y del buen uso de la energía del dinero. Una buena administración de los recursos con los que contamos tiene que ver con la consciencia que tengamos de lo que son nuestros recursos y como los aprovechamos.

Tenemos muchísimas cosas muy valiosas que no tomamos en cuenta.

Podemos hacer un buen ejercicio de todo ello y reconocer la ignorancia para verlo.

Empezaremos por la vida, el cuerpo sano, las muchas capacidades que tenemos y que damos por sentado que ahí están, los sentidos que nos conectan con todo, el pensamiento, el habla, el sentimiento, las emociones, las ideas, el sueño, el descanso, el movimiento, la capacidad de aprender, la creatividad, el poder leer y escribir, caminar y muchas cosas más que acostumbramos a ver como comunes y sin embargo no lo son, porque no todo el mundo puede hacerlas.

Creemos que la abundancia es solo medida en dinero y cosas y no es así.

Las creencias de pobreza son aprendidas e impiden que se perciba la infinita riqueza que se posee.

Por supuesto que cuando hay que sobrevivir se lucha por los bienes económicos porque a través de ellos se cubren las necesidades esenciales.

No hablamos de esos casos. Cuando se vive esa etapa no hay energía para otra cosa.

Es importante que esa etapa esté resuelta para ocuparse del desarrollo de la consciencia.

También existe quien teniendo todo vive en el deseo de seguir acumulando más y más sin tiempo ni interés en si mismo ni en su vida interior en consciencia.


Amelia Camacho Guerrero. 

7 enero 2019.