La verdad.


La gota que se funde en el océano, que  está en la inmensidad y que recuerda su origen y su fuerza, su unidad con todo, sin separación alguna, se pierde en la profundidad y no deja de ser.

Gota de rocío que brilla en el pasto y en las hojas, en la arena y en las flores trayendo a la tierra las estrellas con el brillo del sol, haciendo del cielo un paisaje que pueden tocar las manos y los pies.

Gotas de agua que en una dulce lágrima de felicidad, son la imagen del océano, hablando del amor en el alma del hombre.

Sudor en la frente que contiene la sal del mar y que gota a gota habla de la eternidad y de la existencia de Dios en todos.

Océano tranquilo, océano fuerte, agresivo, suave, acariciante, cálido y frío, transparente y profundo, con infinitas formas y colores, acompañado del viento en permanente armonía y movimiento : la perfecta poesía de la naturaleza en su perfecta y sublime danza. 



Amelia Camacho Guerrero

4 mayo 2018.